COLUMNA: ÍNFULAS “Tula merece más que bailes”
Por: Luz Elena Hernández Niño. Abogada
Nuestro querido pueblo necesita unificar esfuerzos, sí, pero también despertar del letargo y exigir cuentas claras. A menos de una semana del aniversario de Tula, volvemos a ser llevados al baile… y no precisamente en sentido figurado.
Han pasado ya nueve meses desde que René Lara asumió por segunda vez la presidencia municipal. Nueve meses y las promesas siguen en la sala de espera. Las prioridades están trastocadas, basta con visitar la página oficial del municipio para ver que está tapizada de anuncios de bailes, más bailes y otros “bailes”. ¿Y las obras? ¿Y los compromisos? Bien, gracias. Incluso ante emergencias no tiene número de contacto para ninguna de las áreas. ¿Cuál es la justificación?
Retomando el tema, se entiende que los bailes y cabalgatas son del agrado de un sector de la población, y que bueno que les den espacio a esas actividades, sin embargo no justifica el abandono de las necesidades reales: caminos ejidales en mal estado, la urban del municipio envuelta en misterio, nadie sabe si ya funciona o sigue oxidándose en alguna esquina, calles sin reparar y decisiones tomadas sin consultar ni informar a la ciudadanía.
¿Y las facturas por cada evento? ¿Cuánto nos está costando cada “diversión”? ¿A cuánto justifican estos gastos mientras las comunidades siguen esperando lo mínimo indispensable?
Hace apenas un mes, las redes ardieron con razón, el anuncio de último momento informaba que el baile de la feria tendría un costo estratosférico. Mesas hasta en 2,500 pesos, sin protocolos, sin planeación y, por supuesto, sin rendición de cuentas. La indignación fue tal que no hubo forma de ocultar lo que ya era evidente: improvisación, falta de sensibilidad y desconexión total con la realidad del pueblo.
Y si faltaban pruebas de la inacción, ahí está el desastre por las lluvias recientes. Comunidades incomunicadas, caminos intransitables y una administración que quedó totalmente rebasada. ¿Soluciones? Solo llegaron cuando intervino el Gobierno del Estado. El alcalde, según testigos, visitó el Ejido Juan Sarabia sin siquiera bajarse de su camioneta. Fue a “ver cómo estaban”, pero no ofreció soluciones, ni compromisos, ni respuestas.
Además, llegan quejas a este Buzón de Ínfulas por el cambio de circulación en varias calles del municipio. ¿Alguien se enteró? No se reparan las calles, pero sí se les cambia el sentido. Así de ilógico.
VERDAD INCOMODA: Tula no puede seguir siendo administrada con frivolidad. No se gobierna con bailecitos ni con espectáculos, tampoco con nombramientos de Organizaciones Sociales de reciente crecimiento como el AALMAC. El pueblo necesita infraestructura, seguridad, servicios básicos y, sobre todo, respeto. Porque mientras la música suena, las carencias siguen gritando.
Por hoy es todo. Gracias y hasta pronto.