COLUMNA ÍNFULAS: “No se enfermen: la política pública más cruel del sexenio…”

Por: Luz Elena Hernández Niño.
Comunicadora y Abogada | Fundadora de Altiplano al Día | Autora de Ínfulas, columna de análisis político y jurídico.
Una más… otra ofensa directa a la dignidad y a la inteligencia de los mexicanos. Y no, no se trata solo del derecho a la salud, es el descaro, la ingratitud y el juego perverso de un gobierno que parece empeñado en sabotear el bien común, ese que debería ser su objetivo más sagrado.
En lugar de enfrentar, con seriedad y responsabilidad, el desabasto de medicamentos, la presidenta Claudia Sheinbaum decidió anunciar un “megaproyecto” digno de sátira política…“los carritos expendedores de medicamentos”, bautizados como Farmacias del Bienestar. Sí, carritos…afuera de clínicas, en plena vía pública, y no, no es broma, no es meme, no es IA, es la estrategia oficial para resolver una crisis nacional de salud.
La primera pregunta cae por su propio peso, ¿Cuánto costará cada carrito? O mejor debemos preguntarnos, ¿en cuánto lo van a facturar?, porque felicitarlos por su “idea” de carritos expendedores, no está a discusión.
Y le diré la razón de mi postura, el antecedente es… “La Mega-Farmacia de Amlo”, un centro de almacenamiento y distribución inaugurado en Huehuetoca, Estado de México, para intentar solucionar el desabasto de medicamentos, que al final, la “ocurrencia”, quedó en ridículo, sin surtir recetas, sin entregar resultados y sin que nadie rinda cuentas por el dinero público que se esfumó en ese “capricho” de Andrés Manuel López Obrador. “Ocurrencia” que hoy nadie (y menos la mandataria federal), quiere mencionar…
Y hablando de “ocurrencias” lastimosamente “Los carritos hot-doggeros” (porque eso parecen) de medicinas, anunciados en la mañanera, no fue lo único que nos pasó a los mexicanos el martes 2 de diciembre, Zoé Robledo, director del IMSS, también hizo su parte.
Resulta que el funcionario federal aseguró, sin parpadear, que el instituto tiene un abasto del 97% de medicamentos, sí, leyó Usted bien, “Noventa y siete por ciento” de suministro de medicinas, así lo dijo. El país entero buscando medicinas que no hay, familias peregrinando de farmacia en farmacia, pacientes crónicos abandonados… entonces, ¿Será que la mayoría de los mexicanos pertenecemos al 3% restante de las cifra..? porque la queja constante es una, No hay medicinas en los hospitales.
Y como si no bastara la mentira, el señor Zoé Robledo remató con una “solución” digna de burla nacional, nos recomendó “no enfermarnos”, así de fácil y sin pudor, dijo que, Sí hay medicinas, (según sus datos) pero que sería mejor, que Usted y yo no nos enfermemos, ¿Cómo ve?, ¿Será posible la inmortalidad? Uno pensaría que era ironía, pero no, lo dijo en serio.
Entonces, si…¿No te alcanza el medicamento para tu hijo con cáncer? ¿Te falta el tratamiento de tu madre diabética? ¿No surtieron tu receta para una enfermedad autoinmune? Pues ya sabe, según el director general del IMSS a nivel nacional, la solución es, echarle ganas, y no enfermarnos. Es grotesco, es cruel, es una burla al dolor real de miles de familias que viven en carne viva esta tragedia.
Además, mientras el gobierno inventa carritos “hot-doggeros” para entregar medicinas en banqueta, sin refrigeración adecuada, sin controles, sin normas de COFEPRIS, sin garantías de seguridad sanitaria, en las clínicas y hospitales ya existe algo llamado… farmacias, con refrigeradores, con controles, con normas, con infraestructura…pero el gobierno prefiere improvisar una botica callejera antes que admitir su fracaso.
PREGUNTAS INCOMODAS: ¿Quién garantizará que los medicamentos no se deterioren bajo el sol?, ¿Quién asumirá la responsabilidad si un medicamento mal conservado provoca un daño irreversible?, ¿COFEPRIS se hará de la vista gorda?
La duda es sumamente preocupante, porque estos “carritos expendedores de medicinas” atenderán a dos grupos vulnerables de la población: personas adultas mayores y personas con discapacidad, del programa Salud Casa por Casa.
El proyecto tiene riesgos…y sin embargo la raíz del problema no es técnica, es financiera y es política… ¡EL GOBIERNO FEDERAL DEBE PAGAR SUS DEUDAS!, sí, con “signos de admiración” y en MAYÚSCULAS, como si les gritará a la cara, porque estoy molesta con tanta indolencia.
EL DATO: Al cierre de 2024 e inicios de 2025, las deudas del gobierno de México con farmacéuticas superaban los 11 mil millones de pesos, para agosto de 2025, el Consejo Coordinador Empresarial ya hablaba de 40 mil millones. ¿Cómo exige el gobierno abasto perfecto cuando no paga lo que debe? ¿Con qué cara regañan a las farmacéuticas si ellos mismos las asfixian financieramente?
Luego entonces, la escasez de medicinas no es casualidad, es una consecuencia…DEUDAS, improvisaciones, contratos incumplidos, logística fallida y decisiones tomadas al vuelo. No se necesita ser “genio” para entenderlo, antes de inventar otro plan, paguen lo que deben, y antes de burlarse del país con carritos y cifras falsas (de un 97% de abasto de medicamentos), respeten el dolor de las familias que luchan por sobrevivir sin medicinas…México necesita gobierno.



