COLUMNA: HOMO ECONOMICUS

Desde la antigüedad las normas religiosas han estado presentes en la sociedad universal, a lo largo de las culturas en el mundo, no se diga en la Edad Media donde el poder absoluto lo tenía la iglesia.

Las luchas políticas estuvieron enmarcadas entre el poder temporal y el poder espiritual, donde se daban expresiones muy recordadas, donde los reyes decían saben ustedes a mi no me pueden quitar porque a mi me puso Dios, el Estado soy yo, en mis dominios jamás se oculta el sol hasta que llegamos en tiempos más modernos en que se acuño la expresión que la soberanía reside en él pueblo.

En México fue don Benito Juárez quien con sus Leyes de Reforma contribuyó a la separación Iglesia-Estado como hoy la tenemos básicamente en el Artículo 130 Constitucional.

Nuestro país ha avanzado a la Libertad de Creencias establecida en el Artículo 24 de la Constitución Federal.

Hoy respetamos los sucesos internacionales sucedidos en el Vaticano y que la paz y concordia nos acompañen siempre en bien de toda la humanidad.