México golea al anfitrión Chile y avanza a cuartos de final del Mundial Sub-20
Si para otras generaciones la maldición del quinto partido representó más derrotas que alegrías, los más jóvenes desafiaron su peso histórico hasta convertirla en una fiesta exclusiva.
Agencias/ Nacionales
Aunque Chile era el anfitrión, la selección mexicana que dirige Eduardo Arce y lidera el mediocampista Gilberto Mora, con sólo 16 años, hizo ver el partido en el estadio Elías Figueroa, en Valparaíso, como sólo un trámite para avanzar por primera vez desde 2017 a los cuartos de final de la Copa del Mundo Sub-20 con goleada (4-1) incluida.
Si para otras generaciones la maldición del quinto partido representó más derrotas que alegrías, los más jóvenes desafiaron su peso histórico hasta convertirla en una fiesta exclusiva. Su próximo rival saldrá del ganador de la serie entre Argentina y Nigeria, a disputarse este miércoles en Santiago.
La Roja, clasificada en segundo lugar de grupo por medio del criterio disciplinario -acumuló menos tarjetas amarillas que Egipto, que sumó los mismos tres puntos-, no encontró remedio para la profundidad y calidad del plantel mexicano. Tampoco pudo resolver la rotación de centrales para frenar a Mora. El mediocampista del Club Tijuana asistió a Jiménez en el 1-0 con una triangulación y se mantuvo en su gran objetivo con una regla simple: cuanto más fuerte era la presión, más grande su talento.
Los defensores Felipe Faúndez, Ian Garguez y Milovan Celis, todos con más de 3 años que Mora, intentaron detener con faltas los ataques que llegaban al área del arquero Sebastián Ignacio Mella. Durante los últimos 15 minutos del primer tiempo, el plan dio resultado, porque la diferencia de una sola anotación se mantuvo hasta irse al descanso. A su regreso, todo volvió al mismo lugar.
Iker Fimbres convirtió el 2-0 desde fuera del área, de derecha y al poste más alejado de Mella (67), para acabar con la noche más esperada por Chile en el torneo. La desesperación, mezclada con una secuencia de errores y falta de ideas, motivó a los locales a un juego más agresivo. Mora sufrió las primeras consecuencias, pero luego el técnico nacional, Eduardo Arce, decidió cambiarlo para prevenir una lesión.
Al jalisciense Hugo Camberos, uno de los cambios decididos por Arce, le bastaron sólo siete minutos para marcar un doblete (80 y 86). Sólo el capitán de la Roja, Juan Francisco Rossel, consiguió rescatar el honor de los anfitriones con el tanto de la diferencia (88). (La Redacción/La Jornada).