Funcionarios niegan impacto de la inseguridad en el turismo, pese a desapariciones en carreteras de Tamaulipas

Cd. Victoria, Tamaulipas — Mientras persisten reportes de desapariciones en carreteras clave de Tamaulipas, la Secretaría de Turismo del estado sostiene que la inseguridad no ha afectado al sector turístico, una postura que ha generado críticas por minimizar la gravedad de los hechos.

Benjamín Hernández Rodríguez, titular de la dependencia, aseguró que la afluencia turística se mantiene estable y que “existen condiciones para viajar con tranquilidad” por el estado. Su argumento se basa, principalmente, en su propia experiencia personal durante recorridos por la entidad. “Yo no tengo seguridad, a veces manejo mi camioneta, la camioneta del Gobierno del Estado, y podemos andar circulando sin problema”, declaró.

Sin embargo, estas afirmaciones se dan en un contexto particularmente tenso. Solo en las últimas semanas se ha documentado la desaparición de al menos cuatro personas en la carretera Monterrey-Reynosa, así como el caso del joven Edder Benavidez en Ciudad Victoria. Estos hechos, lejos de ser excepcionales, reflejan una realidad que muchas personas —tanto residentes como visitantes— experimentan con temor al transitar por vías tamaulipecas.

Críticos de la postura oficial cuestionan la validez de usar anécdotas personales como parámetro para evaluar la seguridad pública. Mientras el funcionario afirma no enfrentar riesgos, ciudadanos comunes, sin la visibilidad ni los recursos de un alto cargo estatal, siguen siendo víctimas de delitos en carreteras consideradas peligrosas desde hace años.

Aunque Hernández Rodríguez se apoya en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, que señalan una reducción en delitos como homicidios y secuestros, expertos advierten que estas cifras no necesariamente reflejan la situación completa, dado que muchas desapariciones no se denuncian formalmente o se tipifican de manera diferente.

La insistencia en destacar supuestos avances en seguridad —sin reconocer plenamente las preocupaciones de la ciudadanía y los hechos recientes— puede percibirse más como un intento por proteger la imagen del gobierno que como un compromiso real con la seguridad pública.

Tamaulipas es una entidad con potencial turístico innegable, pero la recuperación de la confianza de los viajeros depende no solo de discursos oficiales, sino de condiciones objetivas de seguridad. La narrativa de “todo está bien” no convence a quienes enfrentan la realidad de las carreteras todos los días.